s fondos de inversión son uno de los productos más atractivos para hacer crecer tus ahorros por su versatilidad y alta capacidad de diversificación. Antes de lanzarte a contratar es importante tener claros algunos conceptos básicos.
Los fondos de inversión son Instituciones de Inversión Colectiva que suman las aportaciones de muchos ahorradores para gestionarlas a través de un único vehículo.Un fondo invertirá en diferentes activos para tratar de obtener la máxima rentabilidad dentro de su política inversora. Para entenderlo mejor, un fondo coge el dinero de sus ahorradores y lo mueve comprando acciones, bonos, letras del tesoro e incluso otros fondos.En este sentido existen diferentes tipos de fondos dependiendo de dónde inviertan y cómo lo hagan. Así, se puede hablar de fondos de renta fija, renta variable, mixtos, globales, garantizados, fondos de fondos o fondos inmobiliarios. Al mismo tiempo es posible distinguir entre fondos de gestión pasiva o activa y fondos de acumulación y de reparto.
Para entender cómo funciona un fondo de inversión también es necesario saber quienes intervienen en su funcionamiento.Todo empieza por los partícipes, es decir, los ahorradores. Los partícipes son los dueños del fondo, que divide su patrimonio en participaciones.El fondo lo maneja una sociedad gestora. Como su propio nombre indica es quien gestiona el fondo y quien decide cómo y dónde se invierte el dinero del mismo.Un fondo no puede ser gestionado por más de una gestora, pero una gestora sí que puede tener varios fondos.Además de la gestora, está la figura del depositario del fondo, que será quien custodie y vigile los activos que componen el fondo. Esta entidad deberá de estar inscrita en la CNMV.
El funcionamiento básico de un fondo de inversión es muy sencillo. El partícipe que desea invertir adquiere participaciones del fondo y la gestora se encarga de tratar de hacer que gane dinero y que el fondo crezca.Las participaciones son las alícuotas o partes que forman un fondo. A diferencia de las acciones de una compañía, no se trata de un número fijo, ya que en un momento dado puede haber quien venda las suyas o quienes compren nuevas.El precio de cada participación vendrá determinado por la división del patrimonio del fondo entre el número de participaciones y ese será el valor de compra o venta en un determinado momento. Éste puede variar por la entrada o salida de inversores o por variaciones en el valor de mercado de los activos que forman el fondo. Éstos últimos son los que de verdad afectarán al rendimiento que obtengas de un fondo.Como inversor puedes optar por retirar tu dinero del fondo en cualquier momento, aunque hay algunos que cuentan con ventanas concretas para la retirada.Al hacerlo no pagarás impuestos en caso de que optes por contratar otro fondo de inversión. En caso contrario, tributarás en la declaración de la renta por los beneficios obtenidos a razón de un 19% por los primeros 6.000 euros, un 21% por las cantidades que van desde los 6.000 hasta los 50.000 euros y un 23% por el excedente que supere los 50.000 euros.
Como la mayoría de los productos financieros, los fondos de inversión cargan una serie de comisiones a los partícipes. Estas comisiones tienen que ver tanto con la operativa como con la custodia. Éstas comisiones vienen marcadas por ley y nunca podrán superar los siguientes porcentajes por cada uno de los siguientes conceptos:
La comisión de suscripción se paga a la gestora por invertir en el fondo y se calcula como un porcentaje del capital invertido, lo que hace que al final inviertas menos de lo que piensas.La comisión de reembolso se cobra al vender las participaciones del fondo.La comisión de gestión se paga a la gestora por sus servicios, es decir, por invertir el dinero del fondo. Esta comisión se devenga diariamente y ya está deducida del valor liquidativo. En otras palabras, se resta de lo que valen tus participaciones. Los fondos de gestión activa serán más caros que los de gestión pasiva en términos generales.A la comisión de gestión se le puede sumar una comisión por éxito, que restará hasta un máximo del 9% de las ganancias que obtenga el fondo.La comisión de depósito o de custodia la cobra la entidad depositaria.Las comisiones son una parte fundamental de un fondo y pueden comerse buena parte de tu rentabilidad. Aquí puedes ver un ejemplo concreto para el fondo Caixabank Bolsa España 150 extraído de una herramienta de Finect.