Hablar de ahorro para la jubilación en España es hacerlo de planes de pensiones. Son el producto financiero más repetido y más ofertado por los bancos. Si te han ofrecido uno, es fácil que te estés preguntando si son para ti los panes de pensiones.Lo primero que debes saber es que hay otras alternativas de ahorro a largo plazo. Dependiendo de tu perfil de inversión y de tus ingresos, encontrarás opciones más atractivas. Para entenderlo mejor, vamos a explicarte cómo funciona un plan, sus ventajas y desventajas.
Un plan de pensiones invierte en varios activos para intentar rentabilizar los ahorros del partícipe, como por ejemplo también hace un fondo de inversión. Su principal punto fuerte es la fiscalidad. Los planes de pensiones no pagan impuestos hasta que se recupera el dinero y además permiten deducir en la declaración de la renta.Gracias a la primera ventaja, para una aportación de 10.000 euros al año a un 4% anual y durante 25 años, con un plan de pensiones habrás ganado 26.658 euros sobre los que tendrás que tributar. Con un depósito pagarás un 19% de impuestos sobre los beneficios todos los años. Al final del mismo periodo sólo tendrás 22.192 euros. Como puedes ver, la diferencia es enorme. Eso sí, los fondos de inversión también comparten esta ventaja, ya que el beneficio no tributará si lo reinviertes en otro fondo.La segunda ventaja de los planes de pensiones es que gracias a ellos pagas menos impuestos en la declaración de la renta. En concreto, los planes permiten reducir la base imponible en función del capital aportado. Para que lo entiendas mejor, si has ganado 50.000 euros en 2016 y has invertido 5.000 euros en tu plan, para Hacienda será como si sólo hubieses ingresado 45.000 euros. Eso puede marcar la diferencia en el tipo máximo que pagarás en el IRPF.
El problema de este producto de ahorro a largo plazo es que esas dos ventajas se enfrentan a un montón de inconvenientes. Y lo más curioso es que el primero tiene que ver también con su fiscalidad. Para empezar, los planes de pensiones tributan como renta del trabajo y no del ahorro, con lo que los tipos en la renta pueden ser mucho mayores. La traducción es que pagarás más impuestos.Aquí puedes ver claramente la diferencia:
Además, los planes de pensiones tributan por los derechos consolidados, que incluyen intereses y aportaciones. Con un fondo de inversión sólo pagas por las ganancias, no por lo que has invertido. La traducción es que volverás a pagar más impuestos.Por último, dependiendo de la modalidad del rescate, puedes dejarte más de la mitad de tus ahorros en impuestos. Eso es lo que puede ocurrir si recuperas tu dinero en foma de capital. A esto hay que añadir que se trata de un producto ilíquido.Todo esto hace que el plan de pensiones no sea un producto adecuado salvo para determinados perfiles con rentas elevadas. Gracias a las ventajas fiscales, cuanto mayor es la renta, más impuestos se ahorran. Por eso mismo, sólo quienes superen los 60.000 euros de ingresos y tributen al tipo máximo podría sacar ventaja real de este producto. De hecho, lo ideal sería alcanzar por lo menos los 68.000 euros. Teniendo en cuenta que el tipo máximo en el IRPF es del 45% a partir de 60.0000 euros y sin contar con posibles deducciones ni aplicar el mínimo personal y familiar, el ahorro en este caso sería de 3.600 euros al año en pago de impuestos. Eso sí, también habría que empezar a invertir pronto para sacar partido.A esta desventaja de los planes de pensiones se añade otra de carácter estratégico: no permiten recuperar el dinero hasta pasados los 10 años para las aportaciones desde 2015 y sólo en caso de jubilación, paro de larga duración o enfermedad grave para las anteriores.Así que atendiendo a la pregunta inicial de si los planes de pensiones son para ti, la respuesta es que hay alternativas mejores como los fondos de inversión. Aquí puedes ver cómo funcionan.