El mercado de fondos de inversión ofrece infinidad de alternativas a los ahorradores. Entre los diferentes tipos de fondos de inversión figuran los fondos indexados. ¿En qué consisten? ¿A qué tipo de inversor están dirigidos? ¿Cuáles son sus ventajas y desventajas? Todo esto y mucho más vamos a explicarlo en el siguiente artículo
Los fondos indexados son un tipo de fondo que se define por seguir a un índice de referencia cuyo comportamiento tratará de replicar. Así, un fondo indexado al Ibex 35 intentará distribuir su cartera de forma que se asemeje a la del selectivo español, para así comportarse de forma similar.Lo que define a los fondos indexados es que realizan una gestión pasiva del capital frente a la gestión activa de los fondos tradicionales. Así, realizan como muchos menos movimientos que un fondo activo en el que es gestor tratará de superar al mercado. Esto se traduce en menos comisiones para el partícipe.Es habitual equiparar fondos indexados y ETFs, cuando en realidad se trata de productos diferentes. Los primeros son fondos al uso, con sus propias ventanas de inversión mientras que los segundos son fondos cotizados, en los que se puede invertir en cualquier momento. La fiscalidad de los fondos de inversión también es diferente a la de los ETFs, ya que con los segundos no aplica la exención por reinversión si se trata de ETFs nacionales.
Como todo producto, los fondos indexados tienen sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Estas ventajas y desventajas serán las que hagan que sean más adecuados para un perfil de inversor que para otro.
La principal ventaja de este tipo de productos es que tienden a contar con comisiones mucho menos elevadas que un fondo al uso. Al no tener que realizar tantas operaciones, se supone que el fondo no cargará con tantas comisiones al partícipe y eso elevará su rentabilidad.Y es que el impacto de las comisiones en el beneficio a largo plazo puede ser más alto del que piensas. Aquí puedes ver un ejemplo con un fondo de un gran banco que no destaca por ser agresivo en las comisiones, pero aun así éstas se llevan buena parte de las ganancias.
Si los comparamos con los fondos de los grandes bancos , su beneficio en términos acumulados a 10 años es de un 30% mayor.Otro de los beneficios de este tipo de productos es que permiten aprovechar el poder del interés compuesto y son ideales para invertir a largo plazo. Aquí es donde entra en juego la fiscalidad que permite saltar de un fondo a otro (también con los ETFs extranjeros, que son mayoría), sin tener que tributar por las ganancias.
¿Y los puntos negativos? También existen y se centran en la diversificación. Para que lo entiendas mejor, si replicas un índice como el Ibex, el riesgo geográfico es enorme. Incluso con un índice más global como un referenciado sobre el Eurostoxx 500 puedes tener ese mismo problema. Esto obligará a contar con más de un fondo indexado en la cartera si la apuesta es por este tipo de gestión.Otra de las desventajas, que también puede verse como un punto fuerte, es que tu fondo se comportará como el mercado. En otras palabras, si el mercado caeo el gestor no tratará de poner freno a la caída o, por lo menos, no lo hará como lo haría si tu fondo fuese de gestión activa.
Los fondos indexados son una buena alternativa para quienes buscan crear su propia cartera de fondos o iniciarse en el mundo de la inversión gracias a sus bajas comisiones. Además, facilitan el trabajo de diversificación, ya que se supone que los grandes índices como el S&P o el Eurostoxx contienen empresas de muchos sectores y ya están debidamente diversificados.En este sentido, una estrategia con fondos incexados puede ser un buen complemento a una cartera de fondos y acciones tradicionales al uso.