El ahorro es una de las salidas naturales de nuestro capital. Una vez que nuestros ingresos, procedentes del rendimiento del trabajo o de la capitalización de inversiones, hacen frente al pago de los gastos y necesidades puntuales y/o periódicas, llega el momento de diseñar una buena estrategia para apuntalar las reservas de nuestro patrimonio.

El flujo de dinero que entra en nuestra economía doméstica es, en el mejor de los casos, seguro y recurrente, pero depende de nosotros que ese caudal patrimonial se consolide y no se extinga en gastos superfluos y/o improvisados para garantizar la seguridad y viabilidad de nuestro capital en el futuro.

Asegurarnos una pensión adecuada como complemento de la más que discutible cobertura futura del sistema público de pensiones, poder contratar un seguro de salud privado, financiar la educación universitaria y de postgrado de los hijos… Las partidas que precisarían de nuestro caudal de ahorro no son pocas ni accesorias. Por esa razón, y coincidiendo con San Valentín y el Día de los Enamorados, os vamos a dar 5 consejos de ahorro que enamorarán a tu bolsillo a primera vista.

1.Planifica y calendariza los impuestos y partidas extraordinarias que pueden sobrecargar el volumen de gastos con carácter reiterado

Entre esos gastos figuran los impuestos municipales -como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI)-, la renovación de las pólizas de seguro de hogar y automóvil, la declaración trimestral del IVA -en el caso de los trabajadores autónomos-, la declaración anual del IRPF, las matrículas escolares/universitarias de los hijos y las letras de amortización de préstamos-hipotecarios o de otra naturaleza-.

2. Descuenta una cantidad fija cada mes de la partida de ingresos destinados al ahorro

Expertos en psicología y en el estudio del comportamiento humano aseguran que la adaptabilidad del individuo a los recursos de que dispone puede llegar a sorprendernos. Si, de entrada, hacemos nuestros cálculos de gasto sobre una base de ingresos sistemáticamente reducida, podremos adoptar medidas y comportamientos de ahorro reales y directamente ligados a nuestro “nuevo” presupuesto.

3.Visualiza qué partida/s de gastos podría/n ser prescindible/s en caso de necesitar un ajuste en el balance de tus finanzas personales

Seguro que puedes recortar los gastos mensuales destinados por ejemplo al gimnasio y optar por ejercitarte por tu cuenta al aire libre. Tampoco te resultará complicado seguir las habituales pautas de consumo responsable de suministros domésticos -agua, luz, gas- para que las facturas entren en una previsible y regular cuota de gasto mensual. En caso de que puedas hacerlo, deja el coche en casa a la hora de ir al trabajo y conviértete en usuario del transporte público. El considerable gasto en combustible dejará de recortar de forma inexorable tus ahorros cada mes.

4. Opta por el pago en metálico e intenta no abusar de las compras con tarjetas de débito y crédito

Es un hecho demostrado que el pago con tarjetas de débito y crédito promueve un consumo menos responsable y guiado por la inmediatez y, en ocasiones, la compulsión consumista. Si vemos los billetes que salen de nuestra cartera para no volver, tendremos una conciencia mucho más precisa de los gastos en los que incurrimos.

5. Y por último, pero no menos importante, no olvides consultar a tu asesor financiero

Consulta con un profesional para que te ayude a esbozar la estrategia de ahorro que mejor se adapte a tu perfil personal: edad, situación familiar y laboral, necesidad de liquidez a medio/corto o largo plazo, tipo impositivo y “adn” inversor: conservador, moderado o aquel que busca en mayores cotas de riesgo la posibilidad de obtener elevados márgenes de rentabilidad.

En Cobalto trabajamos para conseguir la mejor rentabilidad para tus ahorros. Puedes exponernos tu situación particular en una primera consulta gratuita.